Efectos del ejercicio físico y el estilo de vida sobre el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas
Se ha demostrado que la actividad física y el ejercicio diarios promueven la salud del cerebro a través de la regulación de múltiples sistemas y órganos. La actividad física mejora la regulación de las vías metabólicas, incluida la señalización de la insulina, la glucosa, los carbohidratos y el metabolismo de los ácidos grasos. El control adecuado de estas vías está relacionado con la reducción de la inflamación, la resistencia a la insulina, la obesidad y la diabetes. Además, la actividad física y el ejercicio mejoran la circulación sanguínea, la presión arterial y la respiración. En particular, la actividad física y el ejercicio regulan el microbioma y el metabolismo de los nutrientes esenciales. Por otro lado, el ejercicio regular mejora la masa ósea y puede prevenir la osteoporosis. Los beneficios sobre el sueño inducidos por el ejercicio incluyen cambios en la temperatura corporal central, reducción de la inflamación, liberación de neurotransmisores, regulación de la melatonina y aumento de la expresión de la hormona del crecimiento y BDNF. Se sabe también que la liberación de endorfinas durante el ejercicio mejora el estado de ánimo y la depresión. Globalmente, las modificaciones del estilo de vida pueden proteger al cerebro de manera independiente o sinérgica contra la neurodegeneración.
¡Nunca es demasiado tarde para empezar a ejercitar el cerebro y el cuerpo!
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