Beneficios del ejercicio físico sobre la salud en el adulto mayor.

Todos conocemos la importancia y los beneficios de realizar ejercicio y de tener hábitos alimenticios saludables, pero cuando envejecemos, esa parte de la rutina diaria tiende a fallar. Los beneficios de tener un corazón más saludable, huesos más fuertes, una buena amplitud de movimiento, una mente más aguda y la sensación de bienestar general van asociados al hecho de tener una vejez activa.

En este sentido, diversas investigaciones muestran, por ejemplo, como el ejercicio aeróbico “mantiene las habilidades cognitivas y reduce a la mitad el riesgo de padecer Alzheimer a lo largo de la vida”. Esa es una estadística increíble y algo de lo que todos podríamos beneficiarnos, sin importar la edad. El Alzheimer no es solo una enfermedad que afecta a las personas mayores. La enfermedad de Alzheimer de inicio temprano puede afectar a personas menores de 65 años y cerca del 5 % de las personas que tienen la enfermedad de Alzheimer tienen un inicio más joven.

Los científicos creen firmemente que el ejercicio regular aumenta el flujo de sangre al cerebro, lo que a su vez libera el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés). El BDNF es una proteína que estimula la formación de nuevas neuronas en un área del cerebro llamada hipocampo, que involucra la memoria, el aprendizaje y la capacidad de planificar y tomar decisiones.

Los beneficios del ejercicio físico en personas mayores son incontables, teniendo repercusiones positivas sobre todos nuestros sistemas:

  • Sistema inmunológico: un cuerpo sano y fuerte puede combatir infecciones y enfermedades más rápidamente.
  • Cerebro sano: los estudios han demostrado que el ejercicio puede reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
  • Salud del corazón: el ejercicio reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta.
  • Dormir mejor: te dormirás más rápido y dormirás mejor durante toda la noche.
  • Densidad ósea: el ejercicio ayuda a prevenir la pérdida ósea, lo que reduce el riesgo de osteoporosis y caídas accidentales
  • Digestión: el ejercicio ayuda en la eliminación de desechos y el funcionamiento de su tracto gastrointestinal

A pesar de todos estos beneficios, diversos estudios muestran como ente el 40 y el 50% por ciento de las personas entre 45 y 64 años se consideran sedentarias. Para los mayores de 64 años, ese número aumenta al 60 por ciento. Estos son números preocupantes, pero se pueden revertir fácilmente.

¡Nunca es demasiado tarde para empezar a ejercitar el cerebro y el cuerpo!

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