ANALIZAMOS EL CASO DE LA HERNIA DISCAL DE MALÚ
¿Es preciso valorar el caso únicamente con una prueba de imagen?
Este texto ha sido lanzado a través de un altavoz escuchado por alrededor de un millón de personas (dependiendo de la gestión de las publicaciones de instagram)
En primer lugar, a la edad de 38 años, en torno al 50% de la población, si se hacen una prueba de diagnóstico mediante imagen, encontrarán un hallazgo como un disco intervertebral afectado como es el caso de la cantante. ¡Lo sorprendente es que es un estudio con más de 3000 personas encontraron estas “afectaciones” y a ninguna le dolía la espalda!
Esto nos lleva a pensar que la aparición de un dolor de espalda repentino, normalmente no se da por un solo factor, o que los factores tradicionales, no son los verdugos de la película como siempre se nos ha contado.
En la imagen anterior se nos muestra un modelo de las posibles causas del dolor de espalda y de las interacciones entre estas causas y la calidad de vida y el dolor.
¡Es una pasada ver la de posibles combinaciones que pueden hacer que emerja un dolor repentino!
Después de esta introducción podemos puntualizar varias cosas:
- Diagnosticar un dolor de espalda, y asociarlo a una causa, siempre será más pobre que hacer una valoración completa. Además no dar un pronóstico al paciente de que camino seguir, si no simplemente una causa, no ayuda a mejorar la calidad de vida de la persona que estará igual que antes pero con una etiqueta de su “tara” personal.
En Inmuv contamos con un equipo interdisciplinar donde médicos y fisioterapeutas expertos pueden hacer un diagnóstico completo y poder no solo ver una posible causa, si no diagnosticar si es una o varias las razones por las que te duele la espalda, y no quedarse ahí, si no además pautar el posterior trabajo junto a los profesionales del ejercicio físico una vez dada el alta del paciente.
- Si tengo una hernia…¿El ejercicio ayuda a curar una hernia o un problema de espalda?
Si solo tuviéramos que afirmar si o no, la respuesta es no. Estas alteraciones tienen un proceso natural y no siempre, además en la mayoría de las veces no es doloroso. Tras la valoración sanitaria, y si se da el alta para el ejercicio físico, este provoca multitud mejoras programado por un profesional.
Algunos ejemplos, es que el ejercicio con otras partes del cuerpo es seguro, y hechos a una alta intensidad cardiovascular, se produce una liberación de endorfinas tan grande, que libera sustancias químicas propias, similares a cuando nos tomamos un analgésico, por tanto el propio ejercicio puede colaborar a reducir el dolor. Ganar fuerza en las piernas o en la musculatura del tronco, facilitará nuestras actividades de la vida diaria, mejorando así la autonomía de la persona y el autoconcepto, factores que siendo negativos, están relacionados con el dolor en general.
Hacer ejercicio en grupo donde hay interacción mejora las expectativas de la persona sobre su “curación”, elemento crucial en la mejora de cualquier patología o enfermedad.
Además conocemos que estar rumiando durante el día sobre nuestro dolor, también es un factor negativo, y que el ejercicio físico “secuestra” nuestra atención no permitiéndonos este proceso de estar atentos a la evaluación de cuanto me duele en todo momento (si, tu también has explorado durante el día para ver si tu dolor estaba ahí por si se había perdido)
Con esto no queremos concluir que a ella no le duela la espalda por una hernia, ya que la inflamación del proceso puede ser uno de los factores… si no que hay mucho más allá aparte de este diagnostico.
Los avances de la tecnología, las ciencias de la salud y las ciencias del ejercicio físico avanzan a pasos agigantados día tras día.
No te conformes con conocer “la causa de tu lesión”, y acude a un profesional que diagnostique la causa, y te guíe en el camino a partir de ahora para reducir tu incapacidad y minimizar el riesgo y las consecuencias asociadas al dolor de espalda.
Artículo elaborado por
Angel Carnero, Responsable de la escuela de espalda y Doctorando en Ciencias del Ejercicio.